Aunque el estilo industrial lo relacionamos la mayor parte del tiempo con un espacio antiguo, original industrial y reformado, también es una opción en la nueva construcción.
Techos muy altos, grandes ventanales con carpintería metálica, espacios diáfanos multiusos, mobiliario de diseño industrial que mezcla metal y madera, maderas oscuras, detalles de obra visibles, son algunas de las características del estilo industrial.
En la nueva construcción se revisan todos estos detalles y se definen, obteniendo unas decoraciones más depuradas y modernas, sin materiales sucios a la vista (pensad aquí en un muro de ladrillo visto o tuberías vistas).
Probablemente se pierda el encanto de lo vintage y lo ‘usado’ pero a cambio se gana en pulcritud, modernidad y seguridad. A mucha gente le gusta este estilo pero no la ‘patina’ que por norma general traen a la par estas decoraciones, por eso una versión con acabados más lisos y definidos es mejor opción.
Es, desde luego, una forma magnífica de disfrutar del estilo industrial inspirado en las fábricas de principios del siglo pasado, pero estrenando todo, porque todo es nuevo :))). ¿Qué os parece? ¿Mejor nuevo o reformado?